30 años. Este blog lo empecé cuando tenia 16 años. Desde su primer entrada paso una vida, podría ser mi hijx.
Desarrolle un fuerte habito de fumar marihuana los últimos 6 años. Primero fueron los fines de semana, luego las noches, después quizá mechaba algo para no perder la costumbre a la tarde, y finalmente necesitaba estar todo el día fumado. Mi mente me lo pedía.
De esos viajes psicodélicos donde mi cuerpo sentía las notas de Richards en Gimme Shelter (https://youtu.be/QeglgSWKSIY) a los 18 años, a tener 30 y fumarme porro tras otro y no sentir nada salvo como mi cerebro se achicharraba.
A vos, joven, la marihuana no hace mal. Te divierte, sentís la música, te reis con tus amigos, coges de una forma ultra sensitiva con tu pareja, el alcohol es distinto. Todo muy bueno, pero por favor no la tomes como habito. El cuerpo se acostumbra al THC y empieza a funcionar normalmente con altas dosis. Ya no activa respuesta, genera resiliencia. De estar paranoico por fumarte un porrito y que nadie se de cuenta pasas a fumar a como de lugar, y te encontras fumado en tu trabajo, universidad, colegio o el cumpleaños de tu sobrina.
Cuando me di cuenta que estaba fumando 30 gramos de marihuana por mes sin disfrutarla me replantee que estaba haciendo. Me convertí en su esclavo.
Año 2020, plena pandemia encerrado en casa sin trabajar. Que podía hacer? Fumar sin parar, prender porro tras porro. Hasta que... algo en mi dijo basta. No voy a dejar la marihuana, lo se. Pero no quiero ser esclavo de nada. Recuerdo que fue un domingo, dije este va a ser el ultimo porro. Agarre una bolsa de consorcio y tire adentro mariahuana, liyos, tucas, porros sin terminar....
Ok, y al día siguiente que paso? Realice una bitácora de esta experiencia. Voy a transcribir textualmente todo hasta el día que deje de sufrir.
(Me gustaría aclarar que no voy a dejar de fumar, solamente me propuse dejar por un mes para poder limpiar mi cuerpo de THC y que vuelvan esos colocones adolescentes)
Día 1: Irritable / Inquieto / Frio / Dolor de cabeza leve / Muchas ganas de fumar
Día 2: Muy irritable / Sin hambre / Dolor de cabeza / Muchas ganas de fumar
Día 3: Dolor de cabeza fuerte (en ojos y nuca) / Muy irritable / Sin hambre / Stress / Falta de energía / Cansancio / Tristeza / Ira / Ganas de fumar
Día 4: Malestar en ojos / Nauseas / Vómitos / Sin hambre / Ganas de fumar
Día 5: Ganas de fumar / Sin hambre / Menos irritable / Mas energía
Día 6: Ganas de fumar / Poca hambre / Menos irritable / Mas energía / Nauseas / Vómitos / Levantarse de madrugada
Día 7: Nauseas / Poco hambre / Levantarse de madrugada / Poco irritable / Enérgico / Pocas ganas de fumar
Día 8: Levantarse de madrugada / Menos irritable / Nauseas / Enérgico / Menos ganas de fumar
Día 9: Levantarse de madrugada / No mas irritable!!!! / Sin ganas de fumar
Día 10: Puedo decir chau abstinencia???? No tengo ganas de fumar, no estoy irritable, chau nauseas, mucha energía. Me sigo levantando de madrugada.
Llego hasta el día 10, recobre cierta normalidad que pensé que había olvidado en alguna parte de mi vida. Basta de aburrir gente. Sé que la marihuana es una droga blanda, no adictiva al principio pero que genera habito. Esta es mi experiencia limpiando mi cuerpo de THC.
Hay un tema de los Redondos que es inédito: Mi genio amor. Creo que se adapta a lo que sienten las personas que luchan contra una adicción sea la cocaína, el alcohol, el amor o la marihuana.
Si empiezo a desconfiar de mi suerte estoy perdido, pues tengo ideas cada vez menos atrevidas. Pero cerca, aquí cerca, el lobo aúlla despertando al mal hombre, al mago bueno con un corazón que no puede cumplir más promesas ya. Los genios son buenos servidores y malos amos. Si les has visto primorosos caíste en el lazo. Tu bolsillo es más profundo que su gracia y calcular tu oración puede llevarme la vida a un corazón que no puede cumplir más promesas ya. Yo te saqué un día de allí y me encadené. Te obedecí hasta donde pude, mi genio amor. Me pude apartar de tu corazón en otro crimen más y me alejé de tu seducción y tu dulce voz. Si empiezo a desconfiar de mi suerte estoy perdido, pues tengo ideas cada vez menos atrevidas. Pero cerca, aquí cerca, el lobo aúlla despertando al mal hombre, al mago bueno por un corazón que no puede cumplir más promesas ya. Yo te saqué un día de allí y me encadené. Te obedecí hasta donde pude, mi genio amor. Me pude apartar de tu corazón en otro crimen más y me alejé de tu seducción y tu dulce voz. Tu dulce voz. Tu dulce voz. Tu dulce voz.